clasedelahistoria
Bienvenidos Hola todos: Por medio de este blog nos mantendremos en contacto. No solo sera para informar sino para realizar un trabajo colaborativo. Hemos empezado el camino Deseo un buen viaje a través del tiempo. Todos a bordo! Margarita
Friday, November 14, 2014
El Fascismo: Hitler y Mussolini
LECTURA Y ANÁLSIS DE DOCUMENTOS ESCRITOS
DOCUMENTO 1: Los regímenes
políticos en el siglo XX
A
diferencia del Estado liberal que
tiene la misión de administrar una sociedad
de manera que puedan desarrollarse los individuos, los grupos y la
economía sin limitación de la libertad, el Estado
totalitario pretende, mediante la coerción, organizar la sociedad para
evitar los defectos y las fallas del liberalismo… El Fascismo italiano sitúa su
ideal en un Estado todopoderoso, cuyos intereses deben prevalecer por encima de
los intereses individuales… a las gentes desprovistas así de sus esquemas
habituales de organización, el régimen propone un ideal de unión en el Estado: en lugar de las
luchas sociales, la colaboración de las clases mediante estructuras
corporativas, en vez de la lucha de los partidos, un ideal moral de espíritu de
sacrificio a favor de la comunidad nacional; en lugar de la fe religiosa, la
mística comunitaria, de la cual el partido fascista es la encarnación y el
sustento.
El
caso de la Alemania nazi es a la vez parecido y distinto. La voluntad de
unificación de la comunidad nacional es idéntica, pero en este caso es la raza
lo que constituye el punto de encuentro, mientras que el Estado solo es el
instrumento de los objetivos raciales.
Berstein,
Los regimenes políticos del silo XX. En: J. Gonzales, Historia del Mundo
Contemporaneo, Editorial Edebe, Barcelona
2002, p. 181.
A partir del documento
explica la diferencia entre el Estado Liberal y el Estado Totalitario.
En los siguientes documentos podrás
conocer algunos aspectos del Fascismo a partir de la concepción que de él
tenían sus máximos exponentes: Mussolini y Hitler.
DOCUEMNTO 1:
Violencia y fascismo
Se habla mucho
de la actividad violenta de los fascistas. Nos reservamos el derecho de
controlarla… entre tanto y mientras lo consideremos necesario, seguiremos
golpeando con menor o mayor intensidad los cráneos de nuestros enemigos, es
decir hasta que la verdad haya penetrado en ellos… el programa de la política exterior del
fascismo comprende una sola palabra: expansionismo.
Benito
Mussolini, fragmento de un discurso pronunciado en 1921.
DOCUEMNTO 2: Fascismo y Estado
Ni agrupaciones ni individuos fuera del Estado. El
fascismo es opuesto al socialismo, que reduce la historia a la lucha de clases y que ignora la unidad
del Estado… Por las mismas razones, el
fascismo es enemigo del sindicalismo… El fascismo quiere un Estado fuerte y es
el Estado el único que puede resolver las dramáticas contradicciones del
capitalismo.
Benito Mussolini,
fragmento de un discurso pronunciado en 1922.
DOCUEMNTO 3: Leyes de
Nuremberg del 15 de septiembre de 1935
Se prohíben los
matrimonios entre judíos y súbditos de sangre alemana o asimilada. 2. Se
prohíben las relaciones extramatrimoniales entre judíos y súbditos de sangre
alemana o asimilada. Se prohíbe que los judíos
contraten a empleadas de hogar de sangre alemana o asimilada, mayores de
cuarenta y cinco años.
Se prohíbe a los judíos enarbolar o engalanar con los colores alemanes
nacionales. En cambio pueden hacerlo con
los colores judíos; el ejercicio de este derecho está garantizado por el
Estado. Las infracciones al número 1 se sancionaran con pena de reclusión. Las infracciones al número 2, con pena de
prisión o reclusión.»
(E.R. Tannenbaum:
La experiencia fascista. Sociedad y
cultura fascistas.
Madrid, 1975.) En:
Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Anaya, Madrid 1996. p. 87
DOCUMENTO 4: Hitler y Mussolini
Se nos ha obligado a ser espectadores y no es que el
pueblo alemán lo haya aceptado, sino que al estar sin armas no podía participar
en la acción…Hemos aprendido en estos años a despreciar a los demócratas del
mundo. En esta época hemos encontrado solo a un estado entre las potencias
europeas, y a la cabeza de este Estado a un solo hombre que haya sido
comprensivo con el desastre de nuestro pueblo: es mi gran amigo Benito
Mussolini.
Discurso de Hitler, 1936.
Responde brevemente
1. Menciona los
conceptos más relevantes presentes en los documentos
2. ¿Qué piensa Mussolini acerca de la violencia?
3. ¿Cuál es según
Hitler el rol del Estado?
4. ¿Qué opinas de las leyes de Nuremberg decretadas por Hitler?
5. Según
del documento 4 ¿Cuál es la relación entre Hitler y Mussolini?
(Observa nuevamente la imagen de la primera actividad donde aparecen los
dos personajes)
SINTESIS Y REFLEXIÓN
Objetivo:
Comprender el
surgimiento del fascismo como uno de los
síntomas de la crisis europea.
- Cada agrupo realiza una
breve investigación en Biblioteca e Internet (direcciones recomendados u
otras)
- Tema: razones y circunstancias que provocaron el surgimiento del
fascismo en Europa.
- Aspectos a considerar:
Ø Situación política y económica
de los países en donde el fascismo llegó
al poder.
Ø Cual era la propuesta o programa de los lideres (Hitler y Mussolini).
Ø Opinión personal acerca de las circunstancias históricas que
permitieron el asenso del fascismo al poder.
Ø Opinión personal acerca de los planteamientos ideológicos del fascismo:
Violencia, racismo, militarismo, expansionismo territorial, etc.
- Formato:
Ø Breve artículo periodístico redactado en plantilla publicaciones de Word o Publisher
Ø Máximo una página, tamaño carta
REFERENCIAS
Película
El Gran Dictador, Director Charles Chaplin,
Estados Unidos 1940. (Comedia satírica con
contenido político donde se denuncian las dictaduras fascistas en las figuras
caricaturizadas de Hitler y Mussolini.
Web
1. Mussolini: discursos, imágenes,
contexto historico.
2. Hitler: contexto historico e
imágenes
3. Hitler: racismo, nazismo, autoritarismo
Interesante: los totalitarismos
Breve cuadro comparativo entre Fascismo, Nazismo y Comunismo
Mapa conceptual de la crisis '29
Los años locos
Vale la pena!!
30/10/2014
Vida cotidiana en los "años locos"
Vida Cotidiana en los "locos" años 20
El escritor austríaco Stefan Zweig dijo en su autobiografía, "El mundo de ayer" (escrita en 1941), que los años 1924 a 1933 representaron la última oportunidad para el mundo. Y en efecto, pese al pesimismo que, impregnaba la conciencia intelectual de la posguerra, la vida social y la situación internacional mejoraron sensiblemente en la segunda mitad de la década de los años veinte. Aunque algunas economías aún experimentaran crisis coyunturales y aunque el paro (desocupación) fuese en todas ellas alto - superior a los niveles anteriores a 1914-, el crecimiento económico entre 1925 y 1929 fue en términos absolutos rápido, generalizado y sostenido. En 1923 se habían alcanzado ya los niveles productivos de 1913. El índice de la producción industrial mundial pasó de 100 en 1913 a 111 en 1924, 141,8 en 1928 y 153,3 en 1929.
En Estados Unidos, la recuperación económica fue particularmente rápida una vez superada la crisis de los años 1920-21. Se debió, sobre todo, al aumento espectacular de la fabricación de automóviles (1,9 millones de vehículos en 1919; 5,6 millones en 1929), al incremento de la demanda de bienes de consumo y al boom de la construcción. La producción manufacturera creció entre 1921 y 1929 a una tasa media anual del 7,6 por 100. En Francia, la producción industrial aumentó entre 1924 y 1929 a una media anual del 3,5 por 100. La producción de carbón pasó de 25,3 millones de toneladas en 1920 a 55 millones en 1930; la de acero, de 2,7 millones en 1920 a 9,4 millones en 1930; la de electricidad, de 5,8 millones de kilovatios-hora en 1920 a 17,5 millones en 1935.
La recuperación fue más lenta en otros países industrializados como Gran Bretaña y, por descontado, en Alemania; también en países relativamente industrializados como Bélgica, Holanda, Suiza y los países escandinavos. Pero no fue por ello menos evidente. Así, pese a la sobrevaloración de la libra tras el retorno en 1925 a la paridad en oro de 1914 ordenada por Churchill como ministro de Hacienda, pese al declinar de algunas industrias tradicionales (carbón, acero, producción naval, textil) y a la pérdida de mercados internacionales, la economía inglesa creció regularmente desde 1922. Alemania se recuperó notablemente tras la reconversión del marco en 1924 y la renegociación en ese año del pago de las indemnizaciones de guerra (Plan Dawes). Los años 1925-29 fueron los años de la "prösperitat". El desempleo, que todavía en 1924 suponía el 13,5 por 100 de la población activa del país, había descendido en 1925 al 6,7 por 100. En 1927 la producción industrial superaba ya ampliamente los niveles anteriores a la guerra mundial. La producción total de carbón subió de 252,4 millones de toneladas en 1920 a 288, 7 millones en 1930; la de acero, que había bajado hasta los 6 millones de toneladas en 1923, alcanzó los 16,3 millones en 1927; la de electricidad pasó de 15 millones de kilovatios-hora en 1920 a unos 30 millones en 1930.
Un mundo cada vez más pequeño
Los años veinte vieron en todo el mundo una "revolución en las comunicaciones" casi tan importante y decisiva como la que en el siglo XIX supuso el ferrocarril. En Estados Unidos, por ejemplo, los automóviles desplazaron al ferrocarril en el transporte de viajeros. En Europa, los camiones empezaron a disputarle el transporte de mercancías. Las grandes fábricas de automóviles (Ford, General Motors, Chrysler, creada en 1925, Morris, Austin, Renault, Citroën, Opel) reorientaron su producción hacia vehículos económicos para uso de las masas. En 1939, había unos 19 millones de coches particulares en Estados Unidos, cerca de dos millones en Gran Bretaña y cifras superiores al millón en Alemania y Francia.
Las hazañas de aviadores como los ingleses Alcock y Brown, que en 1919 hicieron el primer viaje transoceánico sin escala, o como el norteamericano Charles A. Lindbergh -que en 1927 voló en solitario de Nueva York a París-, prepararon el camino para la comercialización de la aviación. No fue, pues, casual que Saint-Exupéry escribiera ahora, 1929-39, sus novelas sobre los pioneros de la aviación (Correo del Sur, Vuelo de noche, Tierra de hombres). En 1919, se pusieron en servicio en Estados Unidos y en Europa las primeras, y muy modestas, líneas aéreas de pasajeros. En 1937, transportaban ya en todo el mundo a unos 2,5 millones de viajeros. En 1939, la empresa norteamericana Pan-Am estableció viajes regulares entre Estados Unidos y Europa. En 1920 habían comenzado, en Estados Unidos, las emisiones regulares de programas de radio. En 1922 se creó en Gran Bretaña para ese fin la British Broadcasting Company. En 1925 se usaban ya en el país 1.652.000 aparatos de radio (y el doble de esa cifra en 1930). En 1927, se estableció comunicación telefónica entre Nueva York y Londres. El total de aparatos telefónicos se acercaba en Inglaterra en 1930 a los 2 millones. En los años 1926-30, comenzaron en Estados Unidos e Inglaterra las primeras experiencias de televisión.
Jazz, tango y cabarets
Socialmente, los años veinte fueron años "felices", años locos, "la década del jazz "como la denominó el escritor norteamericano Scott Fitzgerald por el éxito de músicos como King Oliver, Duke Ellington y Louis Armstrong; los años del tango y del charlestón, del deporte y del cine, de los night-clubs y cabarets, de Josephine Baker y Maurice Chevalier.
La aceptación de los ritmos musicales populares se tradujo al mismo tiempo en una expansión generalizada y en la pérdida de su particular conceptualización peyorativa. Ocurre con el tango, música arrabalera argentina, procedente de diversos influjos musicales traídos por los emigrantes, cuya incursión en los círculos burgueses será rápida y exitosa. Desde luego, el baile, sensual y sugerente, es parte importante de su popularidad, y más en una época en que se permite percibir cierta liberalización sexual.
Ritmos negros, latinos y populares desplazan, en los gustos musicales de las sociedades, a las tradicionales obras de compositores clásicos. La música se convierte en un bien de consumo inmediato, festivo, proceso al que ayuda la invención de elementos de transmisión como la radio, el fonógrafo o el cine musical.
Jazz, boogie-woogie, charleston, foxtrot... son nuevas maneras de entender la música y el baile. Sus apariciones se suceden, en un intento desenfrenado por mostrar una alegría de vivir que parece contagiosa, donde lo frívolo y lo festivo ocupan un lugar de primer orden. El papel de la mujer en los bailes acentúa su sensualidad, reforzada con ropajes más ajustados, maquillajes exagerados, el uso de pantalones y el cigarrillo entre los labios.
Los dioses del estadio
A partir de la Olimpiada de Amberes (1920), los Juegos Olímpicos adquirieron importancia inusitada e interés popular. El deporte fue en adelante o vehículo del nacionalismo popular o cuando menos, instrumento para la expresión de apasionadas lealtades colectivas.
Los públicos empezaron a vivir los éxitos y fracasos de sus equipos deportivos como éxitos y fracasos nacionales o locales. Eso ocurrió en Francia con las victorias internacionales de los tenistas Borotra, Lacoste, Cochet y Brugnon y del boxeador Carpentier, o en Italia, con los triunfos, ya en los años treinta, de su equipo nacional de fútbol y de sus campeones ciclistas. Acontecimientos como la Copa de fútbol inglesa -que desde 1923 se celebró en el estadio londinense de Wembley-, o como la vuelta ciclista a Francia o el "giro" de Italia o como ciertos combates de boxeo, se convirtieron en hechos sociales de trascendencia nacional. 145.000 personas, por ejemplo, asistieron en 1926 en Estados Unidos al combate entre Jack Dempsey y Gene Tunney. Con la disputa en 1930 del primer Campeonato del mundo -que ganó Uruguay-, el fútbol se convirtió en el primer gran espectáculo deportivo internacional. En Estados Unidos, el vigor y competitividad de determinados deportes propios ("base-ball", fútbol americano, "basket-ball" parecían corresponderse idealmente con el vitalismo y la energía de la comparativamente joven sociedad americana. Los deportistas -hombres como Babe Ruth, Joe Louis, Weismüller y Jesse Owens (y en Europa, como Magne, Leduc, Fred Perry, Schmelling y Carnera)- se convirtieron en verdaderos mitos populares. Algunos escritores (Prévost, Montherlant, Giraudoux, Hemingway) se sintieron atraídos por los ingredientes de belleza, fuerza, dinamismo, emoción y violencia consustanciales al deporte. El pintor norteamericano George Belows pintó en cuadros extraordinarios algunos de los grandes combates de boxeo de la época.
La fábrica de sueños
El cine creó también muy rápidamente su propia leyenda, asociada a los nombres de las grandes estrellas de las producciones norteamericanas. Los años veinte fueron los años del cine mudo. Rodolfo Valentino y Douglas Fairbanks crearon los primeros arquetipos cinematográficos del héroe romántico. Charles Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloyd, Stan Laurel y Oliver Hardy produjeron obras maestras del cine cómico. La invención del cine sonoro (1927) reforzó aún más el éxito social de la nueva industria. En Estados Unidos, la audiencia media semanal de todos los locales cinematográficos era estimada a principios de la década de 1930 en unos 80-100 millones de personas. Pese a la calidad de las cinematografías alemana (Von Sternberg, Fritz Lang, G.W. Pabst), rusa (Eisenstein, Pudovkin) y francesa (René Clair, Renoir, Duvivier), la formidable capacidad creadora de Hollywood conquistó en todas partes la imaginación del gran público. Greta Garbo, Marlene Dietrich, Gary Cooper, los hermanos Marx, Fred Astaire y Ginger Rogers, King Kong (1933) y Lo que el viento se llevó (1939), fueron algunos de los nombres famosos y de los grandes éxitos de la década: ya quedó dicho que fue entonces cuando la industria norteamericana creó todos los grandes géneros del arte (musicales, westerns, cine negro, aventuras, comedia ligera, melodrama).
Fuera los corsés
Con la posguerra se dio una una progresiva liberalización de costumbres y sobre todo, de la sexualidad. Ello se reflejó en la literatura (novelas de D. H. Lawrence), en el arte (el surrealismo) el cine, que desde pronto comenzó la fabricación de "sex symbols", y también en la tolerancia de las clases altas y círculos intelectuales y artísticos hacia el adulterio y la homosexualidad, en el aumento de la tasa de divorcios y en las mismas modas femeninas. Así, en Gran Bretaña la media anual de divorcios pasó de 823 en 1910-12 a 3.619 en 1920-22. En Estados Unidos, en 1890 se divorciaban el 5 por 100 de los matrimonios; en 1930, el 18 por 100. Las mujeres empezaron a fumar en público y a frecuentar no acompañadas bares y lugares similares. Se generalizó el empleo de maquillajes faciales y de lápices de labios; las faldas se acortaron hasta la rodilla; la ropa interior femenina se simplificó y estilizó; los trajes de baño se redujeron de forma notable; el cuerpo pasó a ser objeto de atención especial para lograr su mantenimiento esbelto y bello. Médicos, higienistas, sexólogos y divulgadores científicos -y también pornógrafos- descubrieron la sexualidad femenina.
Nuevos papeles femeninos
Desde luego, en algunos países y en medios sociales acomodados, el papel de la mujer experimentó cambios sustanciales. Las mujeres recibieron el voto en Gran Bretaña y en Alemania en 1918 y en Estados Unidos en 1920. El número de mujeres trabajadoras subió durante la guerra mundial en Gran Bretaña de 6 a 7,3 millones y en Estados Unidos se elevó, también por efectos de la guerra, a 8.637.000 en 1920 (el doble que en 1900) y a 10.752.000 en 1930. En Inglaterra, las mujeres representaban ya en 1925-26 el 30 por 100 del total de estudiantes universitarios (20.899 varones; 8.376 mujeres). Su presencia en la vida pública se hizo cada vez más frecuente. En 1918, Nancy Astor llegó al Parlamento, la primera mujer en conseguirlo en la historia británica. En Estados Unidos hubo ya en los años veinte mujeres que accedieron al cargo de gobernador de Estado. El gobierno laborista británico de 1929 incluyó una mujer, Margaret Bondfield, como ministra de Trabajo. Roosevelt nombró a Frances Perkins, para la secretaría de Trabajo, cuando llegó a la Presidencia de su país en 1933. El gobierno del Frente Popular francés de 1936 incorporó varias mujeres como subsecretarias de Estado.
Escritoras como Virginia Wolf en Inglaterra, como Colette en Francia, como las norteamericanas Gertrude Stein y Dorothy Parker, alcanzaron prestigio, influencia y éxito muy notables. Una norteamericana, Amelia Earhart, emuló a Lindberg volando en solitario en 1928 a través del Atlántico. Grandes tenistas, como Helen Wills Moody, norteamericana, y Suzanne Lenglen, francesa, rivalizaron en fama con los deportistas masculinos. Las chicas "flapper" -zapatos de tacones altos, medias de nylon, cinturas estrechísimas, faldas cortas, cigarrillo en la mano- se convirtieron en el paradigma del nuevo tipo de mujer independiente y emancipada que la guerra parecía haber creado. Más sutilmente, Virginia Wolf argumentaba en su ensayo Una habitación propia (1929) la importancia que para el desarrollo de la personalidad femenina tenía que la mujer pudiera disponer de un ámbito propio.
Era una explicable afirmación de vitalismo, como una voluntad colectiva de recuperar el ritmo normal de la vida tras varios años de guerra y luego de las graves dificultades económicas y sociales que se vivieron en la inmediata posguerra.
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