¿POR QUÉ Y PARA QUÉ? Quizás ya han leído que
mi recomendación es LEER HISTORIA. Y no se lee Historia como se lee una novela
o poesía. Los objetivos personales y sociales que me llevan a tan “extraña”
empresa son diferentes y los textos son diferentes. No busco ni tramas ni
bellezas ocultas. Busco respuestas: a mi mundo, a nuestro mundo, a tu mundo, al
mundo que dejaré a mis hijos, al porqué de las fronteras o de los horizontes,
al cómo de los edificios o de los caminos, a los qués. BUSCO RESPUESTAS.
¿QUÉ? Los textos históricos son escritos dejados
por nuestros antepasados que nosotros leemos e interpretamos para hacernos una
idea de cómo vivían en aquellos tiempos. LEEMOS E INTERPRETAMOS.
¿CÓMO? Seguro que vuestros profesores de
Historia (me incluyo en la categoría) os han dado alguna vez un guión para
realizar un comentario de texto histórico. SON NORMAS. Es un método de
realización que en ningún momento se “deconstruye” para afianzar sobre él algo
que sirva para algo. Por eso mi enfado conmigo mismo y con mis compañeros.
Pretendemos que los alumnos sepan hacer cosas que nosotros hemos transformado
en algo muerto, sin sentido. Y por eso este intento, quizás no completo pero os
aseguro que sincero, por fijar PASOS que conduzcan a la interpretación del
texto (imagino un avión: sólo vuela si antes despega). Y el primer paso
(¿despegue?) es saber ANALIZAR TEXTOS HISTÓRICOS. A ello vamos.
EMPEZAMOS
La Historia se basa en una cosa que llamamos
FUENTES HISTÓRICAS. Las hay de muchos tipos (una casa del siglo XVI o del
XVIII, un contrato de arrendamiento de una parcela, una pirámide egipcia, un
esqueleto de un Homínido). Básicamente, tenemos los siguientes tipos de fuentes
históricas:
RESTOS MATERIALES: cualquier resto material
del pasado. Puede ser una casa, un palacio, un apero de labranza, una punta de
flecha paleolítica, el Homo Antecessor…
TEXTOS ESCRITOS: aquellas que tienen como
medio la escritura sobre cualquier soporte. Este tipo de fuente, por ejemplo,
divide la Historia en dos fases: la Prehistoria, que no cuenta con restos
escritos; y la Historia, que sí los tiene.
FUENTES ORALES: las que se transmiten de forma
verbal. Si bien en la actualidad contamos con soportes de grabación y, por
tanto, conservación de este tipo de fuentes, en el pasado no ocurría así por lo
que las fuentes orales aparecen limitadas en el tiempo.
FUENTES ICONOGRÁFICAS: aquellas que, bajo la
forma que sea, transmiten imágenes o símbolos. En este apartado englobamos las
manifestaciones, artísticas o no, que nos han legado elementos visuales del
pasado (desde un cuadro de Velázquez a un grafiti urbano, desde el Partenón
ateniense en cuanto símbolo del poder de esta polis a los Libros de los
egipcios).
De esta diversidad nace la necesidad de la
clasificación. Lo mismo ocurre con las FUENTES ESCRITAS. Necesitamos
clasificarlas porque son muy diversas. Pero las clasificaciones en cualquier
aspecto de la vida pueden responder a criterios diferentes (puedo clasificar a
las personas según su altura, el color de su pelo o el idioma que hablan). En
las fuentes escritas utilizamos, entre otros, dos criterios:
Según el tema, un texto puede tratar sobre
aspectos políticos, sociales, económicos, culturales, y así un largo etcétera.
Según su origen, Puede que hayáis oido estas
expresiones u otras parecidas cuando vuestro profesor de Historia os ha
pedido/exigido realizar un comentario de texto histórico. Pero, ¿qué puñetas es
un comentario de texto histórico? Que alguien me diga si ha perdido siquiera
dos segundos en explicar los qués, los para qués, los porqués, los cómos… Un
silencio se cierne sobre las clases de Historia: es una asignatura de empollar.
Reivindico que la Historia es una materia
escolar que nos enseña a pensar.
Defiendo que la Historia nos hace más
críticos.
Sueño que la Historia nos forma como personas.
Vamos a poner en su sitito a los que dicen
“ese es de letras” refiriéndose al que no entiende ciertos contenidos, al que
obtiene malas notas, al desencantado… Normalmente serán alumnos de ciencias,
personas que no tienen que entender nada porque la vida les parece plana o aburrida,
plena de números que se deslizan sobre superficies resbaladizas.
Y serán alumnos de letras los preocupados por
su entorno, los que lo aceptan críticamente o lo critican ferozmente, los
esperanzados por un mundo mejor y los desesperanzados por este mundo cada vez
peor, los que golpean y reciben, los que vienen y van. No serán de letras los
hipócritas y los maledicentes de los demás.
Si quieres construirte como persona, lee
Historia, analiza y explica textos históricos, no repitas como un papagayo las
cosas que te dicen tus profesores de Historia. Reivindica una Historia que te
sirva para entender el mundo, no una Historia que sólo sirva para comprender
“el mundo de tu profesor de Historia”.los textos pueden ser:
Primarios (directos o fuentes históricas) si
han sido elaborados contemporáneamente a los hechos que describe o hace
referencia.
Secundarios (indirectos o historiográficos) si
han sido elaborados con posterioridad a los hechos que describe o hace
referencia.
Definir en Historia
Cuando tienes ante ti términos históricos
puedes optar por:
Estudiarlos de memoria.
Esperar a que suene la flauta.
O, lo más útil y sencillo, saber cómo se hace
una definición.
¿CÓMO DEFINIMOS EN HISTORIA? Estas son unas
reglas básicas que después podemos completar, conforme pasa el tiempo y voy
consolidando la técnica:
Primero, definir el término lo más breve y
atinadamente posible. Ejemplos:
Prehistoria: periodo de la Historia
Megalitismo: construcciones con grandes
bloques de piedra
Tigris: río
Guerras Médicas: conflicto armado entre el
Imperio persa y las polis griegas
Segundo, especificar el dónde, el espacio en
que se desarrollan los hechos o fenómenos descritos:
Prehistoria: en todo el mundo
Megalitismo: en la Europa atlántica
Tigris: en Mesopotamia
Guerras Médicas: en Grecia
Tercero, indicar el cuándo, el tiempo en que
se producen estos acontecimientos o procesos:
Prehistoria: entre la aparición de los
primeros homínidos (2,3 millones de años) y la invención de la escritura (3.000
a.C.)
Megalitismo: desde finales del Neolítico hasta
la Edad de los Metales
Tigris: (no hace falta)
Guerras Médicas: a principios del siglo V a.C.
Por último, coser:
Prehistoria: periodo de la Historia que se
desarrolló en todo el mundo entre la aparición de los primeros homínidos (2,3
millones de años) y la invención de la escritura (3.000 a.C.)
Megalitismo: construcciones con grandes
bloques de piedra que se dio en la Europa atlántica desde finales del Neolítico
hasta la Edad de los Metales
Tigris: río de Mesopotamia
Guerras Médicas: conflicto armado entre el
Imperio persa y las polis griegas que tuvo lugar en Grecia a principios del
siglo V a.C.
Además, podemos considerar interesantes otros
detalles. Por ejemplo:
Prehistoria: periodo de la Historia que se
desarrolló en todo el mundo entre la aparición de los primeros homínidos (2,3
millones de años) y la invención de la escritura (3.000 a.C.). Se caracteriza
por la inexistencia de textos escritos.
Megalitismo: construcciones con grandes
bloques de piedra que se dio en la Europa atlántica desde finales del Neolítico
hasta la Edad de los Metales. Las principales construcciones son el menhir, el
dólmen y el chromlech.
Tigris: río de Mesopotamia en cuyas riberas se
desarrolló la primera civilización de la Historia.
Guerras Médicas: conflicto armado entre el
Imperio persa y las polis griegas que tuvo lugar en Grecia a principios del
siglo V a.C. Las batallas más conocidas fueron la del Maratón y la de Salamina.
Terminó con la victoria griega.
Wikipedia mantiene dentro del Wikcionario un
apéndice de términos históricos. La calidad de las definiciones es variable,
aunque su uso os lo recomiendo por su brevedad y concisión.
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